La recolecta
neumática de residuos es un servicio público imprescindible en áreas urbanas,
como es nuestro caso. Además, tiene una gran repercusión tanto ambientalmente
como a nivel higiénico-sanitario.
El sistema
de recogida usual presenta varios
inconvenientes como la acumulación de residuos en viviendas temporalmente,
bolsas de basura en la vía pública a causa
de contenedores deteriorados o saturados, el hedor o el ruido procedente de las
operaciones de carga, etcétera…
«Sin
embargo, estas trabas pueden remediarse casi en su totalidad con la utilización
de los sistemas de recogida neumática, que admite al beneficiario depositar los
deshechos en cualquier instante, contribuye con la decadencia de circulación de
vehículos, permite que la recogida de residuos sea completamente hermética y
reduce considerablemente el coste de explotación de la recogida de basuras
entre un treinta o un cuarenta por ciento», declara Carlos Bernard, director
general de Envac Iberia, la subsidiaria española de la compañía sueca Envac
Centralsug, que ha realizado más de seiscientas instalaciones en todo el mundo.
Fundamentalmente,
la recogida neumática se compone de buzones de vertido localizados en la calle
o en compuertas en el interior de los edificios, y una red general de tuberías
subterráneas que enlaza los buzones con la central de recogida.
En el
interior de esta red, la basura es impulsada esporádicamente por un flujo de
aire (creado por unos potentes turbo extractores) hasta la central de recogida
(mediante una tecnología dirigida por ordenador), a una velocidad que oscila
entre los sesenta o setenta kilómetros por hora. Una vez ya en la central,
ocurre la separación del aire y de la basura que se encuentran en el ciclón.
Por lo tanto, es imprescindible que el aire pase por una sala de filtros, en la
cual es tratado y finalmente expulsado al exterior, «completamente limpio», garantizan
los expertos.
A su vez,
los desechos se depositan en contenedores impermeables o estancos y
posteriormente son trasladados hasta los vertederos o plantas de reciclaje
correspondientes.
La recogida
neumática de residuos, es un sistema que surgió a finales de los años cincuenta
en Suecia, en el cual, el treinta y cinco por ciento de la basura va a una red
subterránea inteligente.
En nuestro
país, ese porcentaje ronda tan solo el dos por ciento, aunque los sistemas de
recogida automatizada de deshechos suman un total de cuarenta y tres y están
ubicados en su mayoría en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla
y Valencia. Cada uno de estos sistemas abastece a una media de veinte mil
habitantes, lo cual alcanza las cifras de ochocientas mil personas
aproximadamente (unos doscientos sesenta y seis mil domicilios) que se
aprovechan en España del llamado “sistema subterráneo de basura inteligente”.
Todo
esto indica el grado evolutivo de dicho sistema en España, donde se estima que
el volumen de residuos gestionados de manera subyacente rebasa las quinientas
mil toneladas al año, según Envac. En consecuencia, en esta compañía pronostica
que, a finales de este año, nuestro país contará con doce sistemas de recogida
neumática más en actividad.
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